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"Fray Cayetano Rodríguez Suárez", por Vicente Pascual Suárez de Figueroa, Presidente del IRHCIS y descendiente de los Fundadores de Dolores
El fray fue quien redactó el Acta de la Independencia el 9 de Julio de 1816.
Sacerdote, Educador, Poeta y Prócer de la Independencia, nació en San Pedro, Buenos Aires en 1761 del matrimonio de Antonio y Rafaela Suárez. Había recibido educación en la escuela del Convento Franciscano de su pueblo natal. A la edad de 16 años ingresó a la Orden Seráfica, en calidad de novicio, y profesó en 1788 en el Convento grande de Buenos Aires. Posteriormente pasó a Córdoba, y por sus talentos y virtudes fue ordenado Sacerdote antes de la edad requerida por los cánones, por el ilustre obispo carmelita Dr. Fray José Antonio de San Alberto. Allí dictó cátedra de Teología y de Filosofía. De regreso a Buenos Aires se consagró a su ministerio con verdadero espíritu evangélico en los claustros de su convento y como capellán de las monjas catalinas y clarisas, y de la santa Casa de Ejercicios. También se dedicó al magisterio en el convento franciscano, dictando las cátedras de Teología, Filosofía, Hermenéutica y Física, de esta última materia escribió una obra. Según el Doctor Gutiérrez sabía inspirar en el alma de sus discípulos, a un mismo tiempo el amor a la Ciencia, el respeto por la religión que él hacia adorable con sus virtudes y la pasión por la libertad. Este deseo que tenía de ilustrar a la juventud impulsó a franquear las puertas de la biblioteca del convento a gente buena como el joven Mariano Moreno, de quien fue protector y maestro, y “contribuyó en gran parte a proporcionarle una carrera honrosa”. En 1810 tuvo un papel importante en el movimiento emancipador, descollando como uno de sus más entusiastas sostenedores en el terreno del pensamiento. Fue el primer bibliotecario de la Biblioteca Pública creada por la Junta Gubernativa, y en noviembre del año de la revolución recayó en él el cargo de provincial de su orden. En 1812 se le eligió Diputado a la Asamblea General Constituyente, y al año siguiente la nueva Asamblea le confió la redacción de su Diario de Sesiones, escribiéndolo bajo el título de Redactor de la Asamblea, desde 1813 hasta su disolución en 1815. Al hablar de la fisonomía de este Congresal, dice el General Mitre:” Fray Rodríguez Suárez, tierno y elegante poeta, en quien la virtud se hermanaba a la inteligencia, arrancado de la apacible soledad del claustro, donde había dado lecciones a Mariano Moreno y cooperado a la Revolución de Mayo, venía a continuar la tarea del discípulo muerto”.Después fue electo Diputado por Buenos Aires al Congreso de Tucumán, en cuyo seno tuvo notoria y brillante actuación. En esta ocasión volvió a encomendársele la tarea de redactar el Diario de Sesiones, lo que efectuó bajo el título de El Redactor del Congreso Nacional. En consecuencia sobradamente fue el Autor del ACTA DE LA DECLARACION DE NUESTRA GLORIOSA INDEPENDENCIA, el documento más notable y significativo de nuestra historia.Al decir del historiador López, Fray Suárez “era uno de los personajes más dignos y honorables, y uno de los patriotas más sinceros, más reflexivos y más influyentes de ese Congreso”. Siempre solía decir que su madre fue su gran inspiración, dama culta y selecta, de refinados gustos doña Rafaela Suárez, una porteña patricia, que prefería los libros de pensamientos universales antes que lucir una cartera nueva.
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