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En el bicentenario de la ciudad de Dolores, 1818, un pueblo que nace, y un pueblo que crece en 2018
El curato para la Región del Tordillo y un pueblo al sur del Río Salado.
Toda historia que se cuenta, tiene un principio, un acontecer y un sentido para hacerlo. Esta historia, que me toca de cerca, cuya concreción a raíz de un mandato, con el fin de solucionar lo que era necesario, y tenía una urgencia para mejorar ese avance en la epopeya pobladora y civilizadora después de la Revolución de Mayo de 1810, y de la Independencia en 1816, en la región al Sur del Río Salado, que ya venía pujante de muchos años antes, y por 1815, el gobierno de Buenos Aires, un poco más aliviado de la causa independentista, venía concretando avanzadas militares para resguardo con destacamentos más allá de dicho río.
El pueblo de Dolores, el “Primer Pueblo Patrio” después de la declaración de la Independencia Nacional, la gran ciudad que me vio nacer hace setenta y tres años por el barrio del estadio, en calle General Rico, casa de mi abuela, tuvo un nacimiento a causa de la necesidad en esa época, para ordenar la población dispersa en forma desordenada en los montes llamados “Del Tordillo”; haciendo referencia el nombre, a una historia de vieja data, de un caballo tordillo bravío y libre.
Recordemos que los autóctonos habitantes en la región, de vez en cuando hacían incursiones debido a que ante el avance poblador al Sur del Río Salado, los iban corriendo hacia el Sur-Oeste, no querían perder la libertad de andar a sus anchas y menos parte del territorio que paso a paso ocupaban los nuevos dueños para armar sus estancias y poblarlas, algunos de ellos en amistad y colaboración se quedaban.
Siguiendo las normas de poblamiento, y viendo que era una necesidad en ordenar la población no fija, que se habían aventurado a venir por distintas causas, el deseo de encontrar trabajo en la producción de carbón de leña, refugiarse por algo en la espesura del monte, entre otras; y en vista de dar orden, más alguna denuncia, las autoridades piden a la Iglesia, la fundación de un Curato para la tarea evangelizadora y por añadidura para juntar esa gente de los montes, se necesitaba hacer la fundación de un centro que los alojara, darle religión y buena convivencia, de tal forma surge la creación del Curato de Nuestra Señora de los Dolores al Sur del Salado y un pueblo en donde establecer las autoridades, dando lugar a nuestra ciudad, en terrenos cedidos, que pertenecían a la estancia Dos Talas, de Don Julián Martínez de Carmona, hombre hacendado y dueño de tierras en la Magdalena, lindero a las tierras del ya fallecido, Don Miguel González Salomón, entre otros.
Cerca de este lugar, se había establecido, a fin de recluir a los prisioneros que se iban tomando, de la guerra por la independencia, tanto del Norte, Montevideo y de Chile, en donde estaba el General San Martín.
Para establecer el Curato, se nombra como autoridad a Don Francisco de Paula Robles y para organizar la ciudad que debía hacerse a Don Ramón Lara Rodríguez, el hombre fuerte de la Magdalena, quién había fundado el Fuerte Kakel Huincul, y luego llevó a cabo el presidio de las Bruscas, bautizado como Santa Elena por el mes de noviembre de 1817, situado al Noreste de la que sería la Ciudad de Dolores que conocemos hoy.
El Capitán Ramón Lara, ya venía emprendiendo la vigilancia para contener a los malones, tarea costeada por los hacendados, que luego el gobierno va a crear el cuerpo de Blandengues de Frontera, dando autoridad a Lara, aumentando la cantidad de hombres con asiento en el fuerte de Kakel, en una loma solitaria y una gran laguna, esa zona que desde 1822 pasa a llamarse de Monsalvo, que ya la llamaban así, hoy pertenece en parte al partido de Maipú.
Como vemos, los señores pobladores de estancias se vinieron haciendo cargo de la milicia vigiladora, y muchos de los apellidos que se afincan en la región y son los que ayudaron para que se fundara el Curato y el Pueblo, como Don Julián Martínez de Carmona, con tierras en Magdalena, aquí y luego zona de Madariaga, Domingo de la Madrid, quien sede el lugar para la reunión donde se redacta el Acta de lo determinado el 21 de agosto de 1817, en la creación de dicho Curato, hacendado en Monsalvo, que luego vende a Lastra, y con tierras en Chascomús, el Padre Francisco de Paula Robles, designado para el nuevo Curato de Nuestra Señora de los Dolores en Tordillo, quién oficia la primera misa en la estancia de La Madrid cerca de lo que hoy es estación Segurola, Antonio González, hombre que puebla tierras en Monsalvo y terrenos en la ciudad naciente, los descendientes de Miguel González Salomón, ya fallecido, lindante con lomas que llevan su nombre, contiguas a las tierras de Carmona, que se recomendaban, lomas para la fundación del pueblo, Juan Sosa, de las tierras de la Magdalena, Leonardo Piedrabuena, que fuera el administrador de los campos de la viuda de José Rodríguez y también de González, Martín Rodríguez Rodríguez, militar fundador de Tandil y luego gobernador de la provincia desde 1820 a 1824, Francisco Hermógenes Ramos Mejía, dueño de la estancia “Miraflores”, el Capitán Pedro Antonio Paz, Comandante Militar y Juez Político de las Islas del Tordillo, y más adelante fue Juez de Paz en Dolores, 1835, Francisco Pico, comandante de Frontera, se lo manda a explorar la zona de KaKel Huincul, con el fin de ver los terrenos en donde levantar un poblado para traer esa gente dispersa en el Tordillo, por el mismo Director Supremo, Juan Martín de Pueyrredón. Estas tierras costeras ya habían sido exploradas a poco de fundarse por segunda vez la ciudad de La Trinidad y puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre, por el Gran Hernandarias, cuyo nombre era Hernando Suárez de Toledo Saavedra y Sanabria Calderón, primera autoridad criolla en América, según parece hasta cerca de lo que hoy es Mar del Plata, hijo de Martín Suárez de Toledo, gobernador de Paraguay y el Plata, lo hace en compañía de unos cuantos pobladores de las misiones Jesuíticas, los Guaraníes, a quien protegía y defendía este buen criollo.
Ya pasados unos años de desarrollo, y el gobierno con el nombre de gobernador, justo al pasar el malón que la destruye un 30 de Abril de 1821, quedando pocos pobladores, por el 9 de Agosto del mismo, el Gobernador Martín Rodríguez y su Ministro Bernardino Rivadavia deciden establecer una Junta asesora con la cantidad de doce personas, 6 comerciantes y 6 hacendados, para que asesoren, entre los seis comerciantes estaban: José María Roxas y Patrón, Juan José de Anchorena, Manuel Hermenegildo de Aguirre, Julián Panelo, Juan Alsina y Patricio Linch. Los estancieros elegidos: Lorenzo López, Agustín Lastra, Juan Miguens, Joaquín Suárez, Mauricio Pizarro y José Domínguez, muy buena como iniciativa, que parece no pasó a mayores, recordemos que fueron los años en que comienza nuestra gran anarquía y a pesar de todo, nuestro pueblo sigue adelante para crecer a partir de 1831 de la mano de Ramón Lara Rodríguez, su fundador.
Con el dinero de las rentas de los corrales del Abasto por 1836, ya afincado el pueblo, el edecán del gobernador Juan Manuel de Rosas, Héctor Quesada, para el funcionamiento de escuelas para varones, no quedando Dolores sin ello, se nombra al preceptor Don Francisco Galayn, quien sería el primer maestro de Dolores, se afinca en esta ciudad muy pequeña, al poco tiempo se casa con la hija de Doña Victoria Suárez Villoldo y de Don José Chicote Martínez, Ceferina Chicote Suárez, siendo sus suegros, los primeros dueños de la cuarta manzana en esquina de las calles, Carlos Pellegrini y Juan Vucetich, que destinara el fundador de la ciudad, en donde José Crotto hizo los altos, que luego fueron de Vilgré Lamadrid. No se llegó a fundar la escuela de niñas, y por problemas económicos, quedó todo en la nada, años más tarde se establece una escuela particular, 1844, con Doña Manuela Butiérrez. Los Galayn se vinculaban a los Echeverría, Machado, Linch Galayn, familia de los Castelli Linch, relacionado con nuestra ciudad, los Rivolta Galayn Urtazún y Rivolta Crotto, etc.
Los primeros pulperos en la incipiente ciudad desde 1831 en adelante, Don Pedro Quinteros en esquina de Alem y Cuadri, la de Don Antonio González Licaste en San Martín y Ameghino, Don Francisco Castañeda sobre Rico entre San Martín y Belgrano, del plano de solares confeccionado por el historiador y escritor dolorense Juan Carlos Pirali de 1831 al 34.
A partir ya de 1850 se va incrementando la inmigración, para hacerse mayor en las últimas décadas del 1800 y continúa en el principio del 1900 en adelante, con mayor diversidad de procedencia de países, mayormente europeos.
Todos los relatos y documentos que uno lee, nos ponen en vivencias y acontecimientos del pasado, y a los ojos del que investiga e interpreta, da mucha más claridad a los hechos, y al investigar se ve más claro y se puede encausar una interpretación más acabada y real de la época, para que sea juzgada en las circunstancias en que ocurrieron los mismos, lo hice cuando participé en el XVI Congreso de Historia de los Pueblos en 1917 por el Bicentenario, y en la Radio Municipal de Dolores en Tiempo de Historia, siempre me interesa como se fue dando, desde una visión humana en las interrelaciones del diario vivir, en una palabra, de las personas involucradas en los hechos, de estos doscientos años de la ciudad de Dolores y sus conexiones en la región y el mundo, que a veces no nos damos cuenta de ello y estos hombres forman parte de la historia grande del Mundo.
Noé Zenón Suárez Casielles- 2018.
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