¿Se suicida la Humanidad?
Escribe para El Dolorense Antonio Las Heras
No se requiere ser académico, ni gran especialista, para darse cuenta que el cambio climático es una realidad tangible. La vivimos todos los días. Avanza a velocidad mucho mayor que la sospechada una década atrás. Alcanza – como ejemplos argentinos – con tener en cuenta hechos recientes desde nevadas en Jujuy en pleno verano hasta calurosas jornadas sorprendiendo a los habitantes de la siempre gélida Tierra del Fuego. Para no mencionar las extraordinarias temperaturas “bajo cero” en regiones de América del Norte.
El clima ya cambió. Y seguirá haciéndolo de inmediato, modificando todas las ideas sobre estabilidad que tuvimos hasta hace poco sobre las cuatro estaciones. Lo que conocieron – y vivenciaron de estabilidad meteorológica – nuestros padres, ya es pasado inexistente.
Empero, parecería que ni los gobernantes, ni las grandes empresas, ni siquiera la población misma, ha tomado cabal comprensión de lo que significa esto. Cabe entonces preguntarse: ¿Se suicida la Humanidad?
Desde la ONU el mensaje no puede ser más contundente. ¡Y está refiriendo que la fecha límite es el año entrante! ¿Qué vamos a hacer?
“Si no cambiamos la dirección de aquí a 2020, corremos el riesgo de cruzar el umbral en el que podemos evitar el cambio climático desbocado, con consecuencias desastrosas para los seres humanos y todos los sistemas naturales que nos sostienen”, acaba de expresar – cuál último desesperado llamado de atención a todos los países – Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas.
No es menos preciso el más reciente estudio publicado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) donde se señala que, para el caso de no se proceda a actuar con urgencia, el desastre global es inminente. El documento es – en verdad – para tener muy en cuenta, toda vez que lo firma el grupo de científicos más importante con que contamos para el análisis del cambio climático. Los mismos, tras exhortar a los gobernantes a apresurar la toma de decisiones para que el colapso sea lo menos traumático posible – ya que detenerlo totalmente se hace imposible – se dirigen a toda la Humanidad señalando que cada pequeña
acción individual que pueda realizar, cada día, cualquiera de nosotros, es de gran importancia y no debe ser minimizada. Toda medida útil – por pequeña y humilde que parezca – sirve en la búsqueda por disminuir el aumento de la temperatura global.
Ocuparnos del tema es – entonces – obligación de todos. Difundirlo. Hacer tomar consciencia en cada grupo humano donde participamos. A fin de cuentas el asunto es lo suficientemente grave como para que – como hemos señalado – nos lleve a interpelarnos: ¿se suicida la Humanidad?
Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social, profesor universitario, escritor y periodista. alasheras@hotmail.com
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